Un integrador sensorial, comúnmente un terapeuta ocupacional con especialización en integración sensorial, trabaja para ayudar a personas, especialmente niños, que tienen dificultades para procesar y responder a la información sensorial del entorno. Aquí están algunas de sus funciones clave:
Evaluación de Procesamiento Sensorial:
Realiza evaluaciones para identificar cómo el niño procesa la información sensorial y cuáles son las áreas de dificultad. Esto incluye observar el comportamiento del niño y utilizar cuestionarios y pruebas estandarizadas.
Diseño de Planes de Tratamiento Individualizados: Crea programas de intervención personalizados basados en las necesidades específicas del niño. Estos planes se centran en mejorar la capacidad del niño para procesar y responder a la información sensorial de manera más efectiva.
Terapia Basada en Juegos:
Utiliza actividades de juego estructuradas para proporcionar experiencias sensoriales que son adaptadas para ayudar al niño a desarrollar respuestas más adecuadas. Esto puede incluir actividades como columpiarse, trepar, y jugar con materiales de distintas texturas.
Modulación Sensorial:
Ayuda a los niños a regular sus respuestas a los estímulos sensoriales. Esto puede involucrar técnicas para calmar a un niño que es hipersensible (responde de manera exagerada a los estímulos) o para estimular a un niño que es hiposensible (no responde suficientemente a los estímulos).
Entrenamiento en Habilidades Funcionales:
Trabaja con los niños para mejorar las habilidades necesarias para las actividades de la vida diaria, como vestirse, comer, y participar en el aula.
Educación y Apoyo a las Familias:
Proporciona orientación y estrategias a los padres y cuidadores para ayudarles a manejar y apoyar las necesidades sensoriales del niño en el hogar y otros entornos.
Adaptaciones Ambientales:
Recomienda cambios en el entorno del niño, como en el hogar o la escuela, para crear un ambiente sensorialmente adecuado y accesible. Esto puede incluir el uso de herramientas sensoriales, como pelotas de terapia, mantas ponderadas, o auriculares para reducir el ruido.
El objetivo principal de la integración sensorial es ayudar a los niños a interpretar y organizar la información sensorial de manera que puedan participar y desenvolverse mejor en sus actividades cotidianas.